Ha llegado tu momento. Has decidido visitar a un osteópata porque te lo han recomendado unos amigos que se están tratando, una compañera del trabajo te ha hablado de la técnica y los resultados o tal vez lo has oído en la radio. Aún mejor, me encantaría que decidieras tratarte porque has leído este blog y sientes curiosidad.
Me gustaría explicarte en que consiste una primera visita al osteópata. Podrás hacerte una idea de lo que te puedes encontrar. Estas son unas líneas muy generales de lo que yo hago en consulta. La formación y la experiencia adquirida con los años han podido variar este proceso, aunque seguro que se siguen estas lineas básicas.
Empezamos:
1. Primero hablaremos
Haremos una pequeña entrevista que incluye la anamnesis del motivo que te ha traído hasta nuestra consulta.
Los dolores de espalda, los problemas viscerales, los dolores de cabeza, los problemas posturales, el embarazo, el tratamiento de bebés y niños entre otros, están entre los motivos más frecuentes.
Normalmente en las consultas, el dolor es la clínica más importante que acompaña a los problemas. Sobre esto preguntamos:
- ¿Desde cuándo está el dolor?.
- ¿Cómo es ese dolor?.
- ¿Qué características tiene?.
- ¿Dónde se localiza?.
- ¿Hay alguna otra clínica o dolor irradiado?.
- Cosas que modifican el dolor, ¿qué lo mejora? ¿qué lo empeora?
- ¿Cómo se comporta a lo largo del día?.
Además de esta anamnesis preguntamos sobre el estado de salud en general y sobre la función de los sistemas orgánicos (digestivo, genitourinario, sistema nervioso, cardiopulmonar). También nos interesan la historia médica previa y preguntamos por enfermedades, intervenciones quirúrgicas, alergias… Tomamos nota de la medicación actual que toma.
Terminamos esta parte preguntado por los hábitos de vida y la historia familiar.
Con toda esta información hacemos el diagnóstico diferencial. Nos planteamos una primera hipótesis para entender que puede estar pasando. Esto nos permitirá planificar una exploración adecuada.
Tengo que decir que en ningún momento pretendemos jugar a ser médicos, ni sustituirlos en su función. Cada profesional debe conocer bien y desarrollar lo mejor posible su papel, sin interferir en la práctica de los demás profesionales de la salud.
2. Después exploraremos
En la exploración :
Observamos el cuerpo, la piel y la postura.
Palpamos y movemos de forma global el cuerpo para entender su funcionamiento.
Palpamos y movemos de manera específica la zonas que más nos llaman la atención.
Si es necesario, recomendaremos realizar pruebas médicas para valorar el origen del dolor.
Como puedes ver, no solo miramos la zona que duele. Nos interesa ver todo el cuerpo. Es normal que para realizar la exploración pidamos al paciente que se quede en ropa interior. Te recomendaría, si esto para ti es un problema por pudor, que pudieras llevarte un pantalón corto cómodo. Podrás estar relajado durante la exploración y el tratamiento.
3. A continuación, trataremos
Si después de estas dos fases comprobamos que el paciente es un caso para ser tratado con Osteopatía y no es necesaria una derivación médica, elegimos la técnica o técnicas más adecuadas para cada caso y las aplicamos. El objetivo de estas técnicas es generar pequeños cambios en diferentes zonas, facilitando la integración y el buen funcionamiento global del cuerpo.
En ocasiones, en la consulta, hay comentarios como “ ¿no me has hecho tratamiento en la zona que me duele?”. Ahora quizás comprendas mejor como entendemos el cuerpo. Si tienes esta sensación te pediría un punto de confianza. En ocasiones el problema principal no esta allí donde más duele. Puede que esa zona esté dolorida porque está trabajando mucho y se queja. Lo mejor aquí es dar movimiento donde no lo hay para que la zona que sufre trabaje menos y mejor.
En ocasiones se tiene la idea equivocada de que el osteópata solo hace crujir unas vértebras de la espalda, y no es del todo cierto. Este tipo de técnica se llama HVT “high velocity tecnique” o «técnica de alta velocidad». Son muy adecuadas y útiles en muchísimos casos, pero ten en cuenta que la osteopatía es mucho más que una sola técnica. Tenemos una gran caja de herramientas con técnicas que nos permiten tratar a bebés, pasando por embarazadas y acabando con gente mayor. Tu osteópata elegirá la que sea más conveniente en tu caso. Si tienes cualquier duda no lo pienses y pregunta, la confianza es la primera puerta que hay que superar para realizar un tratamiento adecuado. Una buena información en la mejor forma de conseguir esta confianza.
4. Para acabar, retestamos
Volvemos a mirar el cuerpo y vemos si se han provocado los cambios que esperamos. Poco a poco el cuerpo ira haciendo el resto encontrando de nuevo su lugar y su equilibrio.
Normalmente se establecen una visitas de control para ver la evolución y seguir trabajando sobre los objetivos que nos planteamos.
El motivo de consulta, el tiempo que lleva instaurarlo, las compensaciones y hábitos determinan el numero de sesiones que serán necesarias en cada caso.
Si tenías dudas no lo pienses y ven a vernos, seguro que tu salud te lo agradecerá.